Aug
22
LA TERCERA BELLEZA
Hay una belleza manifiesta en toda la creación. Es la belleza del Padre. Es la primera belleza. Está manifiesta a nuestros ojos y nuestra razón; tanto, que casi hay que hacer un esfuerzo para no contemplarla. Es manifiesta a todos los que tienen los ojos limpios, y por lo tanto un corazón limpio, con una razón libre de prejuicios. Hasta el punto que es más evidente para los niños y los sencillos. Los ricos, los poderosos, los avariciosos y lujuriosos, todos aquellos que tienen los ojos sucios no pueden contemplarla, ni siquiera quieren.
Hay otra segunda belleza, más grande aún que la primera, más grande que el universo y toda la creación. Es la belleza del santo rostro del Hijo, humillado, ensangrentado, maltratado y torturado por amor a nosotros sus enemigos.
Hay otra segunda belleza, más grande aún que la primera, más grande que el universo y toda la creación. Es la belleza del santo rostro del Hijo, humillado, ensangrentado, maltratado y torturado por amor a nosotros sus enemigos.