Jesucristo responde a la pregunta de los fariseos sobre el matrimonio: “desde el principio los creó varón y hembra, por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne, por tanto lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” (Mat 19 1-9 y Mc 10 1-12)

Así fue desde el principio de la creación: “a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer lo creó” (Gn 1, 27). Dios plasmó con sus propias manos al hombre desde el  Principio, Él nos modeló con sus propias manos de Padre (San Ireneo), y no nos modeló de cualquier modo, sino que nos modeló como varón y hembra. Así fue desde el Principio. Y así será para siempre.

Juan Pablo II dedicó las catequesis de los miércoles a la Teología del cuerpo, desde el 5 de septiembre de 1979 hasta el 28 de noviembre de 1984. Son un total de 133 catequesis, sólo interrumpidas durante su convalecencia tras el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981. Se acaban de cumplir 40 años del inicio de estas  catequesis. Todas ellas están publicadas en español  (Juan Pablo II. Hombre y mujer lo creó. Ediciones Cristiandad. Madrid, 2000).

Produce verdadero terror ver a todos los poderes de este mundo (ONU, UE, ONGS.,  medios de comunicación, multinacionales y grandes capitales, intelectuales e ingenieros de almas, etc.) imponer (legislar) y difundir (enseñanza, cultura, política) la gran mentira del siglo XXI: la ideología de género.

Supongo que es el mismo terror que experimentó David ante Goliat, o Moisés ante el Faraón, o Jesucristo en Getsemaní. Ese mismo terror también lo sentimos nosotros ante el Leviatán, el Gran Dragón.
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