Familia Vida y Libertad

Si afirmamos que el fuego no quema siempre, que la ley de gravedad no se cumple a veces, que la luz no siempre ilumina, y ponemos en duda la certeza física de nuestra experiencia de la realidad, en suma si decimos que la ciencia es relativa, no sólo destruimos la ciencia, sino que también caminamos hacía nuestra propia destrucción.

Esto es lo que ocurre hoy con la moral: decimos que a veces se puede matar a un niño antes de nacer, que en ciertos casos se puede terminar con la vida de enfermos y ancianos, que no pasa nada por adulterar y tener una vida sexual promiscua y contra naturaleza, en suma si decimos que la moral es relativa, no sólo destruimos la moral sino que caminamos hacía nuestra propia destrucción.

Nosotros los cristianos pedimos la gracia del Señor para llegar vírgenes al matrimonio, pero no juzgamos a los demás que no conocen la belleza de la castidad, y rezamos por ellos.

Nosotros los cristianos, una vez casados, somos fieles a nuestra esposa, porque Dios ha sido siempre fiel con nosotros, pero no juzgamos a los adúlteros, porque no conocen la belleza del matrimonio, y rezamos por ellos.

Si sabes mucho de Cristo, si incluso intentas imitarlo, pero si no eres regenerado por Él (Soloviev), ¿de qué te sirve?

De qué te sirve saber mucho y no saborear nada (San Buenaventura). El que sabe y no saborea es como el hambriento que sueña con comida, o el necio que sueña con ser sabio.

¿De qué te sirve saber mucho del amor sin estar enamorado?

¿No sabes que en la puerta de entrada al Paraíso está escrito: sólo Cristo? Busca ser uno con Él, y sólo así podrás entrar.

El lenguaje del diablo es la mentira. El Enemigo nunca dice la verdad, siempre dice la mentira. Pero siempre con matices, con distintas interpretaciones, cambiando el significado de las palabras, cambiando el significado de la realidad. Porque el Enemigo odia la realidad. Odia la realidad porque odia la verdad. Odia que un hombre sea hombre, y una mujer, mujer.

Como es incapaz de crear nada, intenta destruir.