Nov
25
EL TESORO DE LA FE
¿Dónde estaba Dios mientras se asesinaba en Auschwitz? Dios estaba allí. Cristo entraba a los hornos crematorios de la mano de las víctimas inocentes.
La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces (San Juan Crisóstomo).
Se empieza perdiendo la fe, y se acaba perdiendo la razón.
Ante el miedo a la muerte no es la fe la que tranquiliza, sino el Amor (Bernanos).
No hay ateos, sino idólatras (Dostoyevski).
Todo el que cree piensa, porque la fe si lo que se cree no se piensa, es nula (San Agustín).
Lo único que quita el pecado es el don gratuito de la fe, que actúa por el amor (San Agustín).
Por la fe habita Cristo en nuestros corazones (San Bernardo).
La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces (San Juan Crisóstomo).
Se empieza perdiendo la fe, y se acaba perdiendo la razón.
Ante el miedo a la muerte no es la fe la que tranquiliza, sino el Amor (Bernanos).
No hay ateos, sino idólatras (Dostoyevski).
Todo el que cree piensa, porque la fe si lo que se cree no se piensa, es nula (San Agustín).
Lo único que quita el pecado es el don gratuito de la fe, que actúa por el amor (San Agustín).
Por la fe habita Cristo en nuestros corazones (San Bernardo).