Familia Vida y Libertad

Toda nuestra vida y toda la historia de la humanidad tiene su sentido en un único hecho: la Resurrección de Cristo.

Sólo Dios sabe como será la evangelización de China, pero el Espíritu Santo ya está trabajando en ella. Hay quién dice que en 2025 China tendrá más cristianos que USA (1), quien dice que en 2030 China podría ser el país con más cristianos del mundo (2). No lo sabemos. San Juan Pablo II dijo que si el primer milenio fue el de la evangelización de Europa, y el segundo milenio, el de la evangelización de América y África, este tercer milenio será el de la evangelización de Asia.

Sólo en Cristo está la libertad. En nombre de la libertad, los hombres engañados por las ideologías ateas del siglo XX construyeron los gulag comunistas y los läger nacionalsocialistas. En nombre de la libertad los jóvenes del siglo XXI son esclavizados y encadenados al hedonismo, la promiscuidad sexual, la alienación de la droga y el alcohol, al afán de fama y de dinero, engañados por el capitalismo y la ideología de género.

Sólo en Cristo está la libertad.

El cristiano no lo sabe todo, pero su vida si tiene sabor a Dios, ha dicho el Papa Francisco en la audiencia de este miércoles. No se trata de un saber y un conocer intelectual, sino de que en su historia haya gustado a Dios, y de que su vida vaya adquiriendo el sabor de Dios.

Decía San Buenaventura, doctor de la Iglesia y uno de los hombres mñas sabios de la historia, que "saber mucho y no gustar nada, ¿de que vale?". Triste vida la que consista en saber mucho y no saborear a Dios.

"Dios lo es todo, yo soy la nada... La nada calla, la nada no se disgusta; la nada no se disculpa; la nada no se justifica; la nada todo lo sufre... Nada merece... nada se le debe. La nada no se impone; la nada no manda con autoridad.

La nada, en fin, en la criatura es la humildad práctica".

Santa Ángela de la Cruz.

Creado de la nada. No soy nada, no entiendo nada, no sé nada. Nada es el mendigo, el pobre. Nada.

"Solo soy la nada más el pecado", decía Santa Catalina de Siena. Nada.

"Dime: ¿Tú lloras? ¿O hemos perdido el don de lágrimas?" nos pregunta el Papa Francisco, y nos recuerda una antigua oración: "Señor, Tú que diste a Moisés el mandato de golpear la piedra para que brotase agua, golpea la piedra de mi corazón para que broten las lágrimas".

"Dime: ¿Tú lloras? ante el sufrimiento de un niño, ante la destrucción de una familia, ante tanta gente que no encuentra el camino... ¿Tú lloras?...