Familia Vida y Libertad

El trabajo del diablo es matar en nosotros la esperanza y conducirnos con un diálogo empredrado de mentiras camino del infierno.

El infierno es odiar el amor, odiar el amor de Dios por nosotros. Despreciar la cruz de Cristo.

Banalizar la encarnación, pasión y muerte del Señor nos roba la alegría de la Resurrección.

Sólo los que se dejan amar como niños por el Señor, entrarán en el Reino de los Cielos.

Sólo los pobres y mendigos corren llenos de alegría al Banque de Bodas, al recibir la Buena Noticia.

Dejarse amar por Cristo, recibir gratis su amor, y con su amor amarle sobre todas las cosas, es con mucho lo mejor.

Después de malvivir en medio de la increencia, el naturalismo y el ateismo de su época, el escritor francés Huysmans pudo escribir "he ido al hospital de las almas, a la Iglesia".

El Papa Francisco concibe la Iglesia como un hospital de campo, lo repite continuamente: "hay mucha gente herida... con heridas abiertas... con heridas ocultas... Misericordia significa ante todo curar las heridas".

Blanca de la Force era tan pobre de espíritu que sólo tenía miedo. Como no tenía nada más, ofreció todo su miedo a Jesucristo. Carmelita del convento de la Compiègne, huyó de la pesecución religiosa de los años del Terror en Francia. Sus hermanas carmelitas fueron arrestadas, condenadas a morir en la guillotina en la plaza de la Revolución el 17 de julio de 1794.

“Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme totalmente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y tranquilo, como si ya mi alma estuviera en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, oh mi inmutable, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.

Pacifica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada de amor y el lugar de tu descanso.

Si nosotros somos templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo.

San León Magno, papa.

El hombre más rico del mundo es aquel que tiene el mayor tesoro jamás imaginado. El tesoro buscado durante siglos por sabios y filósofos. El tesoro que han intentado conquistar sin éxito los grandes emperadores de todos los tiempos.

El tesoro más grande del universo y de la historia. El único tesoro que vale más que la vida.

El tesoro recibido gratis, sin pagar, al escuchar la palabra del ángel, el anuncio del kerigma,

la buena noticia proclamada a los pobres.