Sep
28
LIBERTAD DE CONCIENCIA
Si un enemigo quisiera destruir nuestra civilización asesinaría a nuestros hijos antes de nacer, para que no tuviéramos futuro. Si el mismo enemigo quisiera destruir nuestra juventud, fomentaría la promiscuidad sexual y la práctica de la homosexualidad entre los niños y jóvenes, para quitarnos la esperanza. Si este enemigo quisiera hacer desaparecer el amor humano sobre la tierra, destruiría el matrimonio y la familia, para que dominara el odio entre la mujer y el hombre, entre los hijos y los padres, entre los jóvenes y los viejos, para quitarnos la felicidad.